Mientras tu mirada evoca el pasado,
los recuerdos se van desmadejando…
El alma poco a poco va llorando,
porque el pasado se vive añorando…
Te asomas al jardín de los recuerdos,
sin dejar entrar los días venideros,
mientras tus ojos azules como el cielo,
me miran en las noches con apego…
Mariposas compañeras en el jardín de tu tristeza
posaban en las flores que adornaban tu cabeza,
lágrimas del recuerdo opacaban tu belleza,
enloqueciste vida mía, enloqueciste de tristeza…

Los días pasabas con la mirada pérdida,
yo te suplicaba no te dieras por vencida…
Y el tiempo no perdona, ¡seguías confundida!
En el jardín azul que se llevó tu vida…